De la Serie Agonías. Por Juan Calle 2008
La garganta de un tirón es desconectada del resto de mi cuerpo. De los sonidos el silencio se apodera. Los chillidos de desespero son solo una partitura sin sentido. Exhalo el aire con una bocanada instintiva, sin regreso. Es el terror del ahogo. La boca queda sin fuerzas quieta. Entreabierta. Aún siento, a pesar que ya no tengo cuerpo que estoy viva. Sensación terrible que dura unos segundos.Tal vez. Mientras lo oigo masticar y deglutir los pedazos de mi cuerpo, una extraña calma invade el momento en que el vaho de mi alma de roedor sale por los poros, dejando atrás lo que queda de materia y de conciencia. Sin saber donde me encuentro, me deshago en delicados filamentos...... Ya no importa que mi cuerpo halla ido a parar al estómago del depredador y lo que queda, esparcido tristemente por ahí, en el suelo. Quizás sea esta la liberación después de tanto sufrimiento. La realidad es ahora otra. Es lo presente. La libertad de lo etéreo y trascendente. Aquí los recuerdos solo pertenecen a otro mundo y a una muerte más, resultado del ciclo natural que hace parte de la vida en ese más allá, en aquella dimensión. En la tangible realidad de los seres vivientes.
Fragmentos de “Agonías”.
Hasta La próxima,
1 comentario:
el texto me gusta aunque es fuerte y la imagen me descompagina, no porque no pueda verla sino porque en estos momentos me choca, pero al mismo tiempo la miro nuevamente y pienso que logra su cometido, produce algo, genera sensaciones y en la medida que logra eso y no indiferencia creo que vale la pena.
Hacía días que no pasaba y mucho tiempo que no te saludaba. Seguiré mirando para ponerme al día.
Un abrazo,
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