De camino en camino, entre los perfumes que emanan de los solitarios parajes, en algún recodo del bosque, en la penumbra del suelo, en la hojas que se descomponen, en la monocromática hojarasca, algo surge entre los restos de botánica que atrae al forastero caminante. Con su chaqueta de explorador, botas de cuero hasta la rodilla y sombrero de ala ancha es difícil identificar al personaje. Salvo por un detalle, cuelga de su hombro una cámara fotográfica –al parecer una Leica M2- que no es de ningún aficionado.
Con curiosidad extrae de la perenne humedad una vieja manga de camisa con un botón de falso nácar que aún brilla.
El forastero excava, atraviesa la delgada y frágil capa vegetal penetrando en sus entrañas con fuerza. La tierra amenazada, se opone, se aprieta, compacta y enraizada resiste al desentierro de sus secretos.
From Desentierros
Dicen por ahí, los que han vivido desde siempre en estas lugares, que en otra época esto era un hueco que alguien rellenó con los restos de oscuros hechos. Sin embargo, buena parte de la tierra que los cubría se ha ido montaña abajo con los torrentes que traen los crudos inviernos.
Pasaron muchos años y aquellas prendas y pedazos de objetos testigos de la violencia fueron exhumados por este fotógrafo caminante. Se sabe que cuidadosamente empacó todo lo que pudo, se llevó todos estos desentierros con su cargamento de trágicas historias hacia un destino desconocido. Luego los fotografió. El año pasado en unos de mis viajes, caminando por el sector de galerías de arte en Berlín, encuentro en la vitrina de una de estas una fotografía que me llamó poderosamente la atención. Al indagar me contaron esta historia …..
Berlín, 31 de Mayo de 1934
Hasta La Próxima,
Juan Calle,
1 comentario:
Fascinantes esta ficcion, la busqueda incansable de un fotografo, que en su largas caminatas encuentra crimenes carcomidos por gusanos y donde nuevamente sin saberlo nace un retoño...
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