Encuentro el pedazo de lámina tirada en un rincón. El depredador, socio clave en la formación del aire engulle la dura aleación, con su carga de veneno oxidado y el tiempo a su favor, expone en cada mordisco la carne viva, la mortal belleza del ferroso animal. La rescato temporalmente atraído por la hermosa decadencia que contienen los estados en descomposición.
Matera con Penca © Juan Calle
La oxidación corroe, carcome inexorablemente. Capturo los detalles, algunas sinuosidades y texturas que el incipiente cáncer expone tímidamente entre esa bruma de férricas tonalidades. Todavía no estoy seguro del camino a seguir. Me dejo llevar por el olfato y la intuición y empiezo a divagar como alma en pena por aquellos nudos existenciales que torturan nuestra síquis. Vuelvo a la faena.
Matera con Lirio © Juan Calle
El yugo de la monocromía aplasta la retina, respondo con la ayuda de la tecnología añadiendo algunos toques de color.... Satisfecho con el plano inicial que exhala saludable inspiración, inhalo sus vapores, aspiro profundo.... y basta de tanta inorgánica. Viajo al mundo vegetal en busca de sus perfumes que le darán sentido a la idea primaria. Allí encuentro variedad de actores,.Después de las agotadoras audiciones escojo los mejores según las tensiones que puedan crear con el inerte compañero o que puedan desplegar sus virtudes como un homogéneo grupo.
Matera con Cartucho © Juan Calle
Tensiones. Sutiles equilibrios entre aparentes antagonistas. Tensa calma que llama la atención del espíritu, que refresca el alma, que aplaca los demonios. Materas. Diálogos minimalistas con ideas que navegan sumergidas por entre la rica superficie estética.
Hasta la Próxima,
Juan Calle
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