Ricas pulpas de carne azucarada, suaves colchones de dulces manjares
Paraíso de las delicias, seductoras monocromías,
puerta mágica de olores, perfumes y de la glotonería
Jardín de los excesos y placeres que empujan a los alados visitantes a explorar
Del brillo y sus jugos al vacío de la oscuridad, es solo pasar por la ignota reja.
Unos cuantos pasos…. unos pocos aleteos…
No caminan, no vuelan, levitan poseídos las voraces creaturas
entre los vapores lujuriosos que emanan de su interior…..
Que invitan a calmar la sed
El depredador empuja las golosinas , dientes y colmillos bloquean la salida,
se cierra la compuerta…..
Glup!
En un instante las filosas puntas vuelven a ser inofensivas semillas
La frutosa mutación de fruta madura vuelve a ser una deliciosa fachada orgánica.
Hasta la Próxima,
Juan Calle.
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