A Whiter Shade of Pale

A Whiter Shade of Pale. Recordando a Procol Harum. 8 de Junio de 1967. Juan Calle 2012
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sábado, 21 de febrero de 2009

Las Heridas de la Guerra... Por más que se laven, ahí quedan.

El golpe seco despertó la quietud en el camino. Un mechón de palomas que huían presurosas entre el humo marcaron el sitio del suceso. El mensaje del perfume llegó a los pulmones penetrante. Dejaron de respirar por un momento .... Era el siniestro aroma de una mina quiebra patas! Rápido, con la adrenalina que hervía por las arterias y las venas, corrí al son del corazón presintiendo lo peor. Los gritos y la gente que lloraba me acercaron al lugar. Entre el grupo de piernas y personas aún completas se podían ver algunas en el suelo…. Desparramados por allí se alcanzaban a ver trozos de carne, mezclados con jirones de ropa y sangre. Al detallar y acercarme un poco más, el pantalón de alguien ya no terminaba en un viejo zapato, su pierna a la altura de la rodilla había desaparecido! La tela hecha pedazos mezclada de sangre, tierra y piel, parecía una mueca de un pendón de un campesino tirado en el suelo víctima de la perversidad de esta guerra. El fulano y su familia, llenos de miseria, habían pisado una hoja del libro de lo que está escrito llevándolos hacia un rumbo aún más incierto y trágico.
Los caídos, escogidos por la ruleta del azar, fueron llevados finalmente al hospital del pueblo más cercano para sanar sus heridas y alentarlos con retórica barata, antes de de llevárselos al manicomio de la gran ciudad. Algunos aún a su corta edad, tendrán que ir y venir cargando sus sillas de ruedas y muletas por los interminables corredores y oficinas de ese Gran Hueco Negro que continúa siendo el Estado, infectado de corrupción e inoperancia.

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Del Proyecto "Las Heridas de la Guerra" ©Juan Calle 2008

No se sabe que pasó con lo quedó de las manos y los pies, de los huesos, carnes y piel. Quizás volaron y cayeron en las cunetas o en la cercanía del monte vecino… Lo cierto es que desde entonces, algunos los han visto convertidos en errantes fantasmas del camino.Con el tiempo la ropas se lavaron, las heridas "sanaron", y a pesar que los recuerdos y los hechos se pusieron a secar al rayo del sol…. las ausencias ahí quedaron….. A la espera que esta justicia que opera más a contraluz que con la debida transparencia, no siga recompensando a los asesinos de cuerpos y esperanzas, ni siga tapando con la mortaja de sus propios intereses lo que han dejado entre tierras y maleza tanta víctima inocente.

Hasta la Próxima,

Juan Calle

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